domingo, 11 de marzo de 2012

Ghost in the Shell





Ghost in the Shell

Ghost in the Shell es una película anime dirigida por Mamoru Osshii en 1995,


basada en un manga de ciencia ficción creado por Masamune Shinow.(más información sobre Ghost in the Shell manga)


Ghost in the Shell es un thriller futurista de espionaje, ambientado en el año 2029, cuenta la historia de Makoto Kusanagi, la mayor que está a cargo de las operaciones encubiertas de la "Sección 9", que se especializa en enfrentar crímenes tecnológicos. Kusanagi es prácticamente una máquina, un cerebro humano en un cuerpo artificial, capaz de hacer acciones que los humanos corrientes no pueden, es un cyborg. Los agentes de la "Sección 9" son encargados de perseguir a un criminal de los medios electrónicos, conocido como el "Titiritero", cuya verdadera identidad se desconoce, se dedica a irrumpir y tomar control de la mente de un ser humano. En el momento que los agentes descubren al "Titiritero" se dan cuenta de que no se trata de un criminal corriente, sino de un proyecto de inteligencia artificial autónoma que pertenece al mismo gobierno al que la "Sección 9" presta servicios, y se ha fugado a la espera de un cuerpo de verdad y una identidad humana.










En lo referente al objeto de este blog, los elementos de Inteligencia Artificial que aparecen en ésta película son los siguientes:

En primer lugar, Makoto Kusanagi, se trata de un cyborg ya que tiene el esqueleto


de un robot si bien está recubierto por tejido humano, un cuerpo totalmente artificial, con un cerebro humano que ha sufrido varias modificaciones, numerosos implantes cerebrales durante su servicio en la sección 9 y apenas le quedan unas cuantas neuronas originarias de su cuerpo humano. Esto la hace casi en un 99,9% cibernética, lo que plantea la imposibilidad de ser considerada humana. Aunque hoy en día este tipo de Inteligencia Artificial no es posible, si se han dado alguno casos de incrementos de memoria y de introducir elementos cibernéticos y robóticos dentro del cuerpo humano, como es el caso del "primer cyborg".






Otro de los elementos que se nos presentan es el llamado "Titiritero". En la película se insinúa que nace como una inteligencia abstracta -sin cuerpo material- consecuencia de una actuación poco lícita de los cuerpos diplomáticos y que se les va de las manos, convirtiéndose en un hacker informático. El Titiritero recalca la necesidad de disponer de un cuerpo para poder subsistir, lo que parece indicar dos aspectos: por un lado, la conciencia de un otro humano que dispone de un intelecto similar al suyo pero también de una carcasa que le da consistencia y apariencia y, por otra parte, la construcción de un "yo" a partir del conocimiento de los demás. Esta reflexión sobre sí mismo es lo que hace de El Titiritero la forma de Inteligencia Artificial más compleja de la película, por lo que hoy en día no seríamos capaces de lograr nada parecido. No obstante, el Titiritero, como forma de pensamiento despojada de materia, se sitúa en la línea hacia la que se mueve la ingeniería, si bien, el camino es todavía muy largo.


El último aparato dotado de Inteligencia Artificial que nos muestra Ghost In The Shell, y que parece más cercano hoy en día, es el sistema de GPS del que dispone la sección 9 para controlar los vehículos. En la película se nos muestra cómo, a través de este dispositivo, se puede controlar el emplazamiento y prever la trayectoria de los automóviles en las persecuciones. Este sistema podría parecer un tanto complicado para la tecnología actual, aunque está mucho más cercano de lo que se podría creer en un primer momento.


En cuanto a las implicaciones morales que se nos plantean tras el visionado de la película, parece que la más impactante sería la crisis de identidad que supondría el cambio de un cuerpo a otro por el traslado del cerebro, o la alteración del propio cuerpo al incluir modificaciones robóticas sobre él. Podríamos decir que el atributo que caracteriza al ser humano, lo que hace que una persona se distinga del resto de entes, es su mente o su espíritu, como se dice en la película. Sin embargo, no podemos dejar pasar que la apariencia física -tan perseguida por el Titiritero- dota a cada sujeto de una identidad individual. Por poner un ejemplo: si un hombre no fuese calvo, tuviese diabetes y no midiese dos metros diez, seguramente su carácter no se habría conformado de la misma forma, no sería la misma persona. Cientos de marcas de cosméticos no pueden estar equivocadas. Si yo viese pasear a mi cuerpo por la acera de enfrente no podría sino asustarme. Algo parecido le sucede a la Mayor Makoto Kusanagi, se encuentra sufriendo una crisis de identidad: ni siquera sabe si es humana. Este hecho se agrava además con la implantación de recuerdos: si existe esta posibilidad ¿cómo puede un humano, o un cyborg, diferenciar lo que ha vivido en realidad de lo que le ha sido añadido de forma artificial? Toda una vida podría haber sido una simple recreación.




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